LA AUDITORÍA INTERNA

“El pensamiento independiente no sólo es anticonvencional, sino que es enemigo de las mismas instituciones que constituyen los baluartes de nuestra sociedad” W.W.Dyer
“No es el crítico el que cuenta, el reconocimiento le pertenece sólo al hombre que está en la arena. Aquel que realmente intenta lograr la hazaña; aquel que posee un gran entusiasmo, una gran devoción; aquel que se entrega por completo a una causa noble.” Theodore Roosevelt.

jueves, 19 de julio de 2018

EL DIRECTIVO EN VENEZUELA

EL DIRECTIVO EN LAS ORGANIZACIONES EN VENEZUELA
                                                                                            Bruna A. Sanabria. C.I. 11.030.598                                          
Reinaldo Adolfo. Núñez. C.I. 10.818.722
Rusber Luis, Candallo E. C.I. 6.224.541
Caracas, Venezuela
  


Resumen: El objetivo de este trabajo es analizar y reflexionar sobre la epistemología de las ciencias de la administración de tal forma que contribuya al desarrollo de los investigadores en las escuelas de administración de negocios. A partir de una declarada crisis de la epistemología en general y de las ciencias administrativas en particular en las escuelas de administración, en este análisis se cuestiona las posibilidades de integrar y complementar los diferentes acercamientos, desde el positivismo centrado en lo cuantitativo en un extremo hasta el normativo con un enfoque cualitativo, pasando por toda la gama de epistemologías. Igualmente se analizan las tendencias recientes de la epistemología genética, de la complejidad, abierta. Se avanza la posibilidad de desarrollar un paradigma epistemológico más plural, ecléctico, transdisciplinario y sinérgico bajo un nuevo enfoque de epistemología dialógica.
Las ciencias administrativas tienen como objeto de estudio las organizaciones que se desarrollan a través de la toma de decisiones y, aunque se auxilian en diversas ciencias y técnicas, mantienen un carácter específico, demostrando unidad temporal y jerárquica, valor instrumental, amplitud, interdisciplinariedad y flexibilidad. El artículo analiza críticamente la posición de Bunge sobre la naturaleza epistemológica de las ciencias administrativas.

Palabras clave: Epistemología, Directivo, Ciencias Administrativas.
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I. Introducción

Una cultura organizativa de alto rendimiento es clave para generar un positivo y perdurable impacto en la cuenta de resultados de la empresa competitiva de estos tiempos. Esta empresa es capaz de imponer estándares por su apego a la excelencia operacional. Otra empresa tiene un portafolio de productos y servicios, específicamente diseñado para satisfacer necesidades y expectativas de clientes más exigentes y menos leales. Una tercera empresa ha desarrollado la envidiable capacidad de conmover y dinamizar a los mercados, dada su inimitable vocación innovadora. Han sido las empresas con culturas de alto rendimiento las que históricamente han generado mayor satisfacción a inversionistas, y han permanecido competitivas, vigentes y relevantes, incluso en tiempos de crisis financiera y profunda recesión en la Economía.
Definiremos al directivo (o administrador o ejecutivo o gerente) como aquel individuo que ocupa el cargo que se encuentra en la cúspide de la estructura de la empresa (sea ésta una organización completa o una de sus unidades componentes) y que es el responsable de maximizar los objetivos que se desea que alcance la organización social que dirige. Dirección o dicción es un proceso dinámico de actuación de una persona (dirigente) sobre otra u otras (dirigidos o grupo humano) con objeto de guiar su comportamiento hacia una meta u objetivos determinados, a través de su prioridad de decisión que le confiere su posición de poder.
Esta diferenciación se alcanza por la mayor agilidad y flexibilidad que la empresa competitiva ha desarrollado, para afrontar el cambio, no como una amenaza a eludir, sino como una oportunidad para innovar, y gracias a ello, expandirse y crecer. Son culturas organizativas que potencian la innovación empresarial para agregar sustantivo valor de mercado. Hablamos de líderes inspiradores que comparten su visión, y aportan su pasión y experiencia en proyectos de gran significación, que amén de transformar realidades, generan bienestar individual y colectivo. Son personas que aman lo que hacen, están comprometidas con su empresa, y dedican lo mejor de su tiempo y talento, para hacer un aporte tan relevante como memorable.
En general, dirigir es lograr que el esfuerzo de una organización se concentre en sus objetivos para lo cual es necesaria la presencia de una función específica y la utilización de diversas técnicas para lograrlos. El género humano ha progresado gracias a la función directiva en los diversos tipos de organizaciones al descubrir que se logran mejores resultados por la acción de los hombres en forma conjunta.
La tarea del directivo está más allá de los modelos mecánicos que se enseñan en administración, su tarea se centra en la reformulación continua de la empresa en tres niveles básicos: la comunidad de negocios, la conducta de las personas y la acción de los agentes de referencia. La comunidad de negocios está referida a cómo funciona la organización, como son las relaciones de trabajo, cómo es el aprendizaje organizacional, cómo funciona la cadena de suministros y como fluyen las inversiones. La conducta de las personas está referida a que se tenga en cuenta: su visión, sus expectativas sobre la empresa y el sector. Los agentes de referencia son aquellos grupos con los que se relacionan la empresa, tales como grupos de empresas, los sectores que financian su actividad de y todo grupo vinculado a su destino.
En organizaciones con culturas de alto rendimiento es notoria la participación de una función de Recursos Humanos con la influencia suficiente para aplicar las mejores prácticas de gestión del talento en la formación de líderes inspiradores y transformadores; y en el desarrollo de las capacidades y competencias de su gente. De este modo puede alinearse la ejecución operacional con los objetivos estratégicos y de negocios de la empresa. Dicho de otra manera, nuestra genética ha sido seleccionada por un entorno... que ya no existe para la inmensa mayoría de la humanidad. Los directivos deberían ser conscientes de que muchos intentos actuales en el campo de la dirección de empresas son contrarios a nuestros instintos. Por ejemplo, es un mito que podamos coordinar la acción colectiva sin líderes, o que la formación y el entrenamiento pueden llevar al liderazgo cuando la realidad es que siempre habrá algunos individuos con una aspiración de dominio y energía mayor que otros, y esos serán los líderes.
La globalización, como fenómeno básicamente de mercado y políticas neoliberales basadas en la fe en el mercado, hace dejadez y omite las políticas sociales. Si esto es así a nivel de la sociedad, no puede ni le presta atención a los problemas sociales al interior de las organizaciones, es decir, de las empresas. Se encuentra en un punto de inflexión entre, máximo de mercado y nula intervención estatal y coordinación internacional, llamado “mundo sin fronteras” (Lawrence y Bressand), y una baja intensidad de mercado y grado considerable de supervisión colectiva o “armonización imperial”, lo que significa hegemonía de unos u varios países; o baja intensidad de mercado y baja intervención y coordinación internacional o “mundo de fragmentación” y alta intensidad de mercado y alto grado de coordinación o agrupación regional con supervisión colectiva o “club de clubes”.

II. La crisis de la epistemología en las ciencias administrativas

Las ciencias de la administración están pasando por una crisis epistemológica porque se cuestiona el paradigma dominante centrado en el método pragmático y utilitarista que prevaleció en el siglo pasado en las escuelas de negocios y de administración mientras que los administradores practicantes argumentan que no tienen el tiempo para perderlo en la epistemología (Martinet, 1990, p. 9,10; Perón, 2002, p.17). La epistemología de las ciencias administrativas ha sido muy cuestionada por su dicotomía para ordenar el conocimiento científico por lo que hace imprescindible una reflexión metodológica profundamente enraizada en los diferentes procesos cognitivos para la creación del conocimiento. Al revisar la epistemología y significado del conocimiento, hay que considerar que las ciencias administrativas son cuestionadas como un cuerpo común de conocimientos teórico metodológicos en que se fundamente una teoría ampliamente desarrollada y aceptada. Es decir, se pone en duda la legitimación del conocimiento científico. El mayor obstáculo epistemológico definido como el conocimiento preliminar o el pensamiento tradicional es el mayor problema para la formulación correcta del problema a investigar (Bachelard, 1971). Como campo profesional la administración ha fallado en desarrollar un cuerpo teórico metodológico comparable a otras profesiones. La administración como un campo especifico del conocimiento, no cuenta con la tradición y riqueza conceptual y metodológica de otras ciencias sociales. Cochran (1977) argumenta que la teoría administrativa sustentada en la psicología social y las matemáticas no han logrado el desarrollo de una teoría coherente y comprensiva capaz de fundamentar la comprensión de los fenómenos de la administración.

III. Metodología y técnicas empleadas.

La investigación fue de tipo documental apoyada en una revisión de fuentes bibliográficas y electrónicas de diferentes autores, para desarrollar los aspectos involucrados en el contenido del esquema de la reminiscencia, para así obtener una mayor comprensión y conocimiento del tema sujeto a estudio
La investigación tuvo por finalidad analizar desde las categorías: sujeto, realidad, racionalidad y poder, los cambios que se han venido gestando a lo largo del establecimiento de un orden social emergente a raíz del avance de las tecnologías de la información y comunicación, a fi n de establecer su impacto en el ámbito de la Teoría Administrativa, específicamente en el campo gerencial. Para este análisis se hizo uso de la estrategia documental desde el enfoque hermenéutico. Se concluye que la concepción adoptada respecto a los elementos analizados se constituye en un sistema de pensamiento que invade la gerencia, orientando sus acciones y decisiones tendentes a lograr mayor productividad y rentabilidad organizacional.

IV. ¿El Directivo?

Cuando se habla de gerencia o directivo se refiere al proceso de hacer que las actividades sean terminadas con eficiencia y eficacia a través de otras personas (David, 1989; Sallenave, 1990, Robins y Coulter, 1996, Drucker (b), 1997; Chiavenato, 2000). Es involucrar dentro de un proceso continuo y sistemático las acciones del talento humano, cuyo planteamiento sea realizar las actividades administrativas de forma óptima, controlada y con capacidad de resolver problemas (Certo, 1992; Stoner, 1997; Stone, 1998, López 2000).
Las personas que asumen el desempeño gerencial de una organización se llaman gerentes, y son los responsables de dirigir las actividades que ayudan a las organizaciones para alcanzar sus metas. La base fundamental de un buen gerente es la medida de la eficiencia y la eficacia que éste tenga. En ese sentido, Chiavenato (2000) plantea que el gerente es una persona, con plena capacidad jurídica, que dirige una empresa por cuenta y encargo del empresario. Es esa persona a la cual se le encomienda la labor de cuidar, supervisar, controlar, planificar, las personas que bajo su mando están.
El gerente de una organización es quien asume ese rol protagónico en la gerencia, y en su cargo está el llevar a cabo las principales funciones de planificación, organización, dirección y control para lo cual utiliza sus capacidades intelectuales, humanas y técnicas enfocadas básicamente en la administración de diversas estrategias, estructuras y procesos (Colvin, 1997; Granell et al, 1997; De Loach, 1998). En ese sentido, el gerente centra su gestión de poder gracias a la autoridad formal que le otorga su puesto. Por lo general, su figura está en la cima de la organización y los trabajadores tienden a generar estados de aceptación y de sumisión para con él (Colvin 1997).
En términos generales, un gerente está comprometido en garantizar el éxito a la organización; es el elemento clave para asegurar el fiel cumplimientos de los objetivos que les fueron asignados por la alta gerencia corporativa. El gerente debe hacer todo el trabajo por sí mismo, teniendo a su cargo un equipo de trabajadores que realizan diversas labores, pero si algo sale mal, es el gerente quien tiene que rendir cuentas. Se hallan diferentes tipos de gerentes según su alcance (Certo, 1992; Robins y Coulter, 1996; Connote, 1999), entre ellos se encuentra el gerente funcional, que viene a ser aquella persona que hace la evaluación y revisión de la actuación y rendimiento de las funciones delegadas a los trabajadores. El gerente del programa, es la persona con la autoridad para gestionar y manejar un programa dentro de la organización. Por último, el Gerente de proyecto, que es la persona con la responsabilidad y autoridad total para gestionar y manejar un proyecto. Esto incluye liderar la planificación y el desarrollo de todos los productos de un proyecto; además, ser responsable de manejar el presupuesto, el plan de trabajo y los procedimientos gerenciales, tales como: manejo del alcance, puntos de interés, riesgo, entre otros.
De acuerdo con la Ley Orgánica del Trabajo de Venezuela (1997), el personal directivo y empleado se clasifica de la siguiente manera:
1.        Empleado. Es “el trabajador en cuya labor predomine el esfuerzo intelectual o no manual” (Garay, 1997, p.13). Según esta definición, son empleados en una organización los profesionales con puestos no gerenciales (por ejemplo, los ingenieros, abogados o los contadores públicos), las secretarias ejecutivas y otros.
2.        Empleado de dirección. Es “el que interviene en la toma de decisiones u orientaciones de la empresa, así como el que tiene el carácter de representante del patrono frente a otros trabajadores o terceros y puede sustituirlo, en todo o en parte, en sus funciones”. (Garay, 1997, p.13).
3.        El empleado de dirección es un tipo de gerente, o administrador, dentro de la organización. En este sentido, Stoner, Freeman y Gilbert (1996), definen al gerente como aquella persona responsable de dirigir las actividades que ayudan a las organizaciones para alcanzar sus metas.


V. Evolución de las Teorías Administrativas desde la Psicología Organizacional

El hombre primitivo, al tener que realizar actividades en grupo como la caza y la pesca, comenzó a utilizar la administración desde una manera muy rudimentaria, apoyándose en métodos empíricos. Con posterioridad ésta ha ido evolucionando a través de diferentes etapas hasta su actual desarrollo.
La Administración, en el sentido estrecho y primero del término, es la acción de administrar, y administrar es mandar con autoridad sobre los recursos que se asignan. No implica la eficacia y la eficiencia, pero sí el control de lo asignado, que se convierte en un fin en sí mismo. Por tanto, no es un concepto suficiente, y en su desarrollo deriva en “Management”, que no es sinónimo de administración, tal y como se entendía hace un siglo atrás, y tiene diferencias sutiles, que muchas veces se pasan por alto.
La Administración deriva, y da paso a la Gestión, y también se utiliza como sinónimo de Management. Similar a la administración de las primeras definiciones, es la acción y efecto de administrar, pero integra no solo el control, sino las acciones que conducen a la eficacia y la eficiencia. Estas acciones, hoy día, se convierten en acciones con conocimiento, en la aplicación del conocimiento.
El “Management” según Drucker, F.P. es una función objetiva con la responsabilidad de obtener resultados. Por lo tanto, incluye herramientas administrativas, métodos y técnicas para optimizar el uso de todos los recursos de que dispone una organización. Es decir, implica un proceso de esfuerzos organizados utilizando técnicas y procedimientos para conseguir unos fines.
La optimización se refiere a la eficacia, que supone aprovechar las oportunidades para llegar a resultados, teniendo siempre en cuenta las condiciones existentes, incluso cuando éstas cambian.
La eficiencia significa sólo hacer las cosas bien. Si las cosas se hacen bien, pero no se hace lo que se debe hacer, o lo que se ha propuesto hacer, no hay avance en el desarrollo. Si hay eficiencia pero no eficacia, se incumplen los objetivos propuestos, las estrategias diseñadas no se alcanzan, aunque puede haber resultados económicos productivos superiores.
En la misma medida en que la administración va más allá de la acción de administrar, de llevar a cabo acciones de control con autoridad, y abarcan y desarrollan métodos, técnicas y procedimientos para dirigir, se va equiparando con Management y con Dirección. Lo cierto es que en la práctica cotidiana se utilizan indistintamente estos términos, como si fueran iguales, incluso entre los especialistas. Por su parte, a la Organización la designamos como un sistema social con finalidad, cualesquiera esta sea, en la cual se llevan a cabo actividades de trabajo, que es una actividad social, según la teoría marxista, y procesos para optimizar los recursos de que dispone y así conseguir los fines propuestos o los objetivos fijados, y todo ello se hace con unas determinadas relaciones entre las personas.
Debemos recordar que las primeras concepciones acerca del trabajo desvalorizaban al trabajo manual, y Platón separaba la actividad manual del mundo de las ideas, concepción que persiste a través del tiempo. Luego, a través de los siglos se llega a valorar el trabajo artesano, y para Smith, A. a finales del siglo XVIII, es la principal fuente para crear valor. Así, el hombre llega a ser considerado fundamentalmente como un hombre económico (homo economicus), y se reduce a bien económico.
El paso del sistema artesano a la manufactura capitalista con su amplia división del trabajo, las grandes transformaciones en la economía inglesa a finales del siglo XVIII, y el desarrollo de la economía política clásica burguesa, sientan las bases filosóficas y conceptuales que van a influir y determinar los desarrollos en la Administración como ciencia, incluso en la Dirección como ciencia mucho después.
La realización del “egoísmo económico” que va implícito a la naturaleza misma del “hombre económico”, hacen considerar a Smith.A. (1723-1790), los intereses puramente individuales y el Individualismo Económico como el fundamento o uno de los pilares de la sociedad capitalista y del régimen capitalista de producción.
Se puede decir que las organizaciones han pasado por fases bien distintas que recalcan y enfatizan un aspecto importante de la administración. Hagamos un repaso de estas fases:
1.        Los Clásicos: énfasis en la tarea
Los dos autores más representativos de la escuela clásica son Frederick Taylor y Henry Fayol. La administración científica fundada por Taylor y sus seguidores constituye el primer intento de formular una teoría de la administración, la preocupación por crear una ciencia de la administración y el énfasis en las tareas. La organización racional del trabajo se basa en el análisis del trabajo operacional, en el estudio de tiempos y movimientos, en la división de las tareas y en la especialización del trabajador. Se busca la eliminación del desperdicio, la ociosidad de los obreros y la reducción de los costos de producción. El diseño de tareas hacía énfasis en el trabajo simple y repetitivo de las líneas de producción y de montaje, la estandarización y las condiciones de trabajo que aseguran la eficiencia.
2.        Los Humanistas: énfasis en las personas
Los experimentos realizados por Elton Mayo en la fábrica Western Electric Company en 1927 en Chicago con la finalidad de identificar la relación entre la intensidad de la iluminación y la eficiencia de los obreros en la producción; luego se aplicó al estudio de la fatiga de los accidentes de trabajo, de la rotación de personal y del efecto de las condiciones físicas de trabajo sobre la productividad de los empleados. Los investigadores verificaron que los resultados del experimento fueron afectados por variables psicológicas.
Desde la perspectiva del enfoque de sistemas se sobredimensiona el subsistema humano cultural en detrimento de los otros, situación que llevó a la organización a actuar como un sistema cerrado. En ésta escuela es muy evidente la contribución de la psicología y de la sociología con los aportes de John Dewey y Kurt Lewin, quienes consideran que el hombre es un ser social y que su respuesta en términos organizacionales está más en función del grupo que como ser individual (hommo social).
3.        Los Estructuralistas: énfasis en la estructura
El enfoque estructuralista, cuyos principales ponentes fueron Etzioni Amitai, Peter Blau y Richard Scout, surge en la década de 1950, como una consecuencia de los autores orientados hacia la teoría de la burocracia, quienes intentaron conciliar las propuestas de la escuela clásica y de la escuela de las relaciones humanas y del comportamiento.
Los Estructuralistas buscan interrelacionar las organizaciones con el entorno. De allí surge un nuevo concepto de la organización y un nuevo concepto de hombre. El análisis de las organizaciones utiliza un enfoque múltiple y globalizante que abarca la organización formal y la informal en alusión a las escuelas clásicas y de las relaciones humanas y del comportamiento, considera el efecto de las recompensas y las sanciones materiales y sociales en el comportamiento de las personas.
4.        Los Neoclásicos: énfasis en los objetivos
La teoría neoclásica es exactamente la escuela clásica, colocada en el modelo de las empresas de hoy, dentro de un eclecticismo que aprovecha la contribución de todas las demás teorías administrativas. En el transcurrir histórico de las teorías administrativas el enfoque clásico no fue totalmente sustituido. Resurge plenamente ampliada, revisada y mejorada con la teoría neoclásica.
Peter Drucker es su principal exponente. Una de las teorías más relevantes dentro de esta escuela es la teoría de sistemas que surge como consecuencia de la teoría general de sistemas, desarrollada por el biólogo Von Bertalanffy. Se extendió a todas las ciencias, incluyendo de manera notable a la administración. El concepto de sistemas es complejo y se requiere conocer de sus características: propósitos, globalismo, entropía (grado de desorden) y homeostasis (equilibrio dinámico con respecto a entradas y salidas), así como los tipos de sistemas posibles y de sus parámetros: entradas, procesos, salidas y retroalimentación.
El sistema abierto permite un análisis profundo y amplio de las organizaciones. Las que se consideran sistemas abiertos, pues su comportamiento es probabilístico y no determinista; ellas forman parte de una sociedad mayor, y están constituidas por partes que guardan una interdependencia entre sí.
El enfoque situacional es el planteamiento más reciente dentro del pensamiento administrativo y señala un paso adelante del enfoque de sistemas. Sus orígenes se remontan a los recientes estudios sobre las organizaciones, sus entornos y tecnologías. Todas esas investigaciones revelaron que el pensamiento administrativo hasta entonces no era suficiente para explicar los mecanismos de ajuste de las organizaciones a sus entornos y tecnología de manera proactiva y dinámica. Aunque las organizaciones escogen sus entornos, después son condicionadas por ellos; esta situación las obliga a adaptarse a ellos para sobrevivir y crecer. El conocimiento del entorno se torna vital para la comprensión de los mecanismos organizacionales. Sin embargo, el análisis organizacional es aún incipiente, y se requiere mucha investigación en el futuro. La otra variable que condiciona la estructura y el comportamiento organizacional es la tecnología utilizada por la organización para sus operaciones.
5.        La escuela holística
Mediante la concepción de la organización como sistema abierto, flexible, que depende de los cambios del entorno y de la tecnología, da respuesta a los problemas de productividad, eficiencia y eficacia organizacional. En esta escuela es muy clara la contribución de la filosofía, la psicología, la sociología y sobre todo la generación de conocimiento, teniendo presente la interdisciplinariedad. La escuela holística se caracteriza por ser ecléctica y en relación con la concepción del hombre lo percibe como un ser complejo, al que además de satisfacerle las necesidades fisiológicas y sociales se le deben satisfacer las necesidades psicológicas y trascendentales.
6.       ENFOQUES MODERNOS
Los cambios radicales en las organizaciones son claves para conquistar al consumidor o usuario y maximizar el beneficio de éstas. Lo que quiere decir que actualmente se depende de ellos y no se debe quedar atado a prácticas tradicionales de funcionamiento. Es así como a partir de 1960 aparecen nuevas propuestas para hacer las organizaciones más efectivas como algunas que presentamos a continuación:
6.1. Benchmarking
Proceso de comparación y medición de las operaciones o procesos internos de una organización versus los de un representante mejor de su clase y de su sector. Los diferentes grados de eficacia y eficiencia registrados entre los diversos sectores de una misma empresa, hacen posible la aplicación de procesos de Benchmarking internos y descubrir así las “mejores prácticas de la organización”.
6.2. Calidad Total
La calidad total implica la participación continua de todos los trabajadores de una organización en la mejoría del desarrollo, diseño, fabricación y mantenimiento de los productos y servicios que ofrece una organización. De igual manera esta participación debe verse reflejada en las actividades que se realizan dentro de la misma. Este concepto va mucho más allá del enfoque tradicional de la calidad solamente basada en normas, que atribuye importancia sólo al cumplimiento de ciertos requisitos y características de los productos o servicios.
6.3. Empowerment
Empowerment significa crear un ambiente en el cual los empleados de todos los niveles sientan que tienen una influencia real sobre los estándares de calidad, servicio y eficiencia del negocio dentro de sus áreas de responsabilidad. Esto genera un involucramiento por parte de los trabajadores para alcanzar metas de la organización con un sentido de compromiso y autocontrol y por otra parte, los administradores están dispuestos a renunciar a parte de su autoridad decisional y entregarla a trabajadores y equipos.
6.4. Balanced Scorecard
Según Kaplan y Norton, el Balanced Scorecard (BSC), es la representación en una estructura coherente, de la estrategia del negocio a través de objetivos claramente encadenados entre sí, medidos con los indicadores de desempeño, sujetos al logro de unos compromisos (metas) determinados y respaldados por un conjunto de iniciativas o proyectos.
6.5. Teoría de Restricciones (TOC)
Esta es una metodología al servicio de la gerencia que permite direccionar la empresa hacia la consecución de resultados de manera lógica y sistemática, contribuyendo a garantizar el principio de continuidad empresarial. La TOC tiene su origen en programas fundamentados en la programación lineal, siendo utilizada inicialmente en el ambiente de fábrica. Fue desarrollada por el físico israelí Eliyahu Goldratt, quien comenzó a analizar problemas de negocios casi de manera casual. Goldratt pudo establecer que los problemas de las fábricas iban más allá de consideraciones puramente fabriles, los gerentes de fábrica enfrentan problemas de gestión y administración general. De esta manera se hizo necesario crear herramientas para tratar con problemas generales de orden más elevado, especialmente el tipo de problemas resultantes de políticas administrativas inadecuadas.
Existen ocho principios básicos en esta teoría que han permitido el éxito de sus planteamientos, estos son: balancear el flujo productivo, la utilización y la activación de un recurso no son sinónimos, el nivel de utilización de un recurso no restrictivo no es determinado por su propio potencial y si por otra restricción del sistema, una hora perdida en un recurso restrictivo es una hora perdida en todo el sistema empresa, una hora economizada en un recurso no restrictivo es apenas una alucinación, los cuellos de botella gobiernan la ganancia y el inventario, el lote de proceso debe ser variable, analizar todas las restricciones simultáneamente.
Por último, es muy valioso identificar aquellos impedimentos que inciden sobre la consecución del resultado que el sistema empresa pretende alcanzar. En especial es necesario saber si la restricción es interna (en el proceso, los recursos, las políticas), ó sí es externa (el mercado proveedor, el mercado comprado). Después de identificar la restricción es recomendable aplicar el proceso de mejoramiento continuo.
7.        PERSPECTIVAS FUTURAS
Para describir un futuro en las tendencias del pensamiento administrativo, no es necesario tener una bola de cristal ni acudir a un astrólogo, simplemente se debe mirar el entorno en que se están moviendo las organizaciones y a que se están enfrentando, si bien es cierto la incertidumbre es reinante en el mundo de los negocios y las tendencias de la sociedad son cada vez más cambiantes en cultura y más velozmente, también es cierto que las herramientas administrativas tienen que entender e interpretar esas necesidades de las organizaciones, que a juicio de varios entendidos como Drucker, seguirán siendo:
1. La eficiencia: la manera de hacer bien las cosas, es decir, de hacer bien los procesos, puede que la concepción de proceso llegue a cambiar, pero independiente de cómo sea definida esta seguirá siendo fundamental.
2. La eficacia, entendida como el arte de hacer las cosas en el momento adecuado, es decir, la estrategia.
3. Agregar valor a nuestras empresas, entendido que no es únicamente la concepción de ganar dinero o de la idea monetarista del negocio, sino también la de generar confianza y credibilidad a través de los valores éticos. Por mucho que cambien los enfoques o modas, existen unos conceptos básicos de todas las teorías que aún seguirán siendo válidos y estos son:
Ø  Los procesos
Ø  La estrategia
Ø  El enfoque sistémico
Ø  La gerencia del conocimiento
Dado el escenario planteado, parece acertado pensar que ya el valor de una empresa no reside esencialmente en sus bienes tangibles y/o tecnológicos. Vemos que en la práctica empresarial tradicional los activos físicos son considerados la base del éxito y del valor de la empresa y se evita, a veces involuntariamente, recurrir a otros tipos de activos, los cuales muchas veces al estar tan cercanos al diario quehacer no son valorados en su dimensión adecuada. Esto conduciría a centrarse en los conocimientos científicos, técnicos y especializados, en la experiencia, en las habilidades, en las capacidades, etc. de nuestros recursos humanos. De esta manera, cada vez son más las empresas que se están construyendo sobre la base de lo que saben hacer y no sobre lo que producen.
Hoy los activos tales como: patentes, licencias, productos, servicios, know how y capacidades organizativas y sus incrementos productivos se basan en capacidades de innovación permanente y relacionada con la aplicación del conocimiento.
A esto se le está llamando “conocimiento” e involucra el aprovechamiento de las capacidades intelectuales de la empresa, el desarrollo del aprendizaje, la potenciación de la creatividad e innovación en forma continua y constante y por ende la creación de nuevos conocimientos que permitan enfrentar los desafíos del futuro. Una empresa capaz de des cubrir y administrar estas capacidades, habrá dado un gran paso para reconvertir este capital intelectual en capital financiero rentable y sostenible en el tiempo,

VI. El Pensamiento Gerencial en el Contexto Emergente Y su Evolución de la Gerencia Racional Científica a la Gerencia Cualitativo Humanística.
La teoría Administrativa se ha fundamentado en una evolución asociada a los modos de producción, modas y estilos gerenciales adoptados en el tiempo, los cuales se han ido transfigurando, conformando la marca histórica que consolida esquemas de pensamiento que buscan resolver, explicar o difundir, maneras de hacer, procedimientos y estrategias que permiten dar respuestas a la dinámica organizacional; denotando así los rasgos de la administración y estilos gerenciales de cada época que remite a la etapa existencial, dirigida a percibir al ser interpretado, en este caso, el pensamiento gerencial.
Con este prisma se observa que, a partir de los quiebres coligados con las eras de producción, se puede puntualizar que la teoría administrativa se gesta en la era de la revolución industrial, asociada al Taylorismo y al Modernismo, cuando prevalece la gerencia racional científica y la concepción del hombre económico, sustentada en la era de la ingeniería pesada y eléctrica y por ende, el trabajo como factor de producción y el hombre como objeto del trabajo, un engranaje que podía ser reemplazado sin mayores costos ni demoras para el proceso productivo, congruente con una racionalidad que concibe al trabajador como objeto del trabajo y la capacidad de agregar valor como fuente de poder.
Desde 1910 a 1935 se busca el fortalecimiento de la estructura organizacional; de 1935 a 1955, la orientación es hacia el refuerzo y a la productividad y, de 1955 a 1970 la preocupación se centra en el diseño de sistemas (Hickman y Silva, 1992). En esta última etapa comienza a regir el sentido contingencial de la administración, “punto de vista según el cual la técnica administrativa que sirve mejor para alcanzar las metas de la organización, podía variar de acuerdo con la situaciones o circunstancias” (Stoner, Freeman y Gilbert, 1999: 50) que posiciona en una racionalidad situacional que determina las orientaciones y decisiones de la organización. Orientación adoptada como consecuencia del agotamiento del enfoque racional científico, el cual, aun cuando persiste en la actualidad, ameritaba un discurso que considerara el entorno y su influencia para lograr mejoras en la productividad por vías disímiles de las adoptadas hasta ese momento, esto es, una nueva racionalidad.
Según Hickman y Silva (1992), la época de la planificación estratégica, año de 1970, funge como transición hacia la gerencia cualitativa humanística cuando “el cambio acelerado, la competencia internacional por los mercados, la escasez de recursos energéticos y una necesidad constante de innovación, desembocaron en una serie de épocas dedicadas al arte de la gerencia” (Hickman y Silva 1992: 66). Ello ameritó un cambio de enfoque, orientado al planeamiento estratégico, la cultura organizacional y la innovación gerencial, sucesivamente, tal como se indica en el cuadro presentado a continuación, dando inicio a la reconsideración de la centralidad del hombre como sujeto del trabajo y poseedor del conocimiento, con capacidad de crear e innovar en aras de mayor productividad y rentabilidad organizacional, en un contexto policausal, divergente y por ende, cada vez más complejo.
En efecto, de 1980–1985 impera la época centrada en la cultura; esta época nació de la necesidad del desempeño y ejecución superiores para lograr la excelencia. En este sentido, Shein, citado por Hickman y Silva (1992:72) establece que esa cultura corporativa responde al “compromiso con un propósito común, la aptitud para brindar un desempeño superior y la coherencia para transferir ese propósito común y esa aptitud a los demás”, lo cual supone la maduración en el campo de las relaciones humanas.
Enfoque relacionado con el de Stoner, et al. (1998), sobre el compromiso dinámico, denotando el sentido de “cambio, crecimiento y actividad constante” (Stoner, et al., 1998: 53). Centrándose en el recurso humano y la “adaptación, sin tardanza a las condiciones que cambian con el tiempo” (Stoner, et al., 1998: 53).
El lapso comprendido entre el año 1985 y fines de la década de los 90, coincide con el quiebre que revela los rasgos de la era de la información y comunicación, que Hickman y Silva (1992:74) caracterizan como la época de la innovación, donde “la creatividad era y es un elemento fundamental de las estrategias y de las culturas sólidas.”
En esta época se favorecen prácticas gerenciales tales como: Downsizing, Reestructuración, Empowerment, Benchmarking, ISO 9000, Reingeniería, Organizaciones de Alto Desempeño, Compañías Visionarias, Organizaciones que Aprenden, Organización sin Fronteras, Alianzas Estratégicas, Balanced Scorecard, Outsourcing, Valor Económico Agregado, Retroalimentación 360°, Sistemas Integrados (Armas y Malavé, 2000: 37).
A partir de los años 90, Hickman y Silva (1992) proponen la gerencia de la complejidad, la cual deriva en tres preceptos básicos relacionados con: 1) el sentido de atraer y unificar individuos con diversos puntos de vista hacia un objetivo común; 2) la libertad de acción, dentro de los límites de los principios unificadores; 3) la facultación a los individuos para trabajar responsable y eficazmente, logrando con esto la satisfacción genuina de las necesidades y deseos individuales que conduce a desempeños máximos –las cuales dependen de que existan relaciones sólidas entre cada individuo y todos los demás interesados. Para gerenciar estos postulados, los referidos autores plantean tres tipos de gerencia: de perspectiva, de poder y de pivote.
En el gráfico presentado más adelante se muestra la evolución de la gerencia racional científica, hacia la gerencia cualitativa humanística, hasta llegar a la época de la complejidad, indicándose para cada una de ellas las orientaciones básicas
De la gerencia racional científica a la gerencia cualitativo humanística sus orientaciones básicas

    Fuente: Adaptado de C.R. Hickman y M.A. Silva (1992).

Puede observarse que la realidad donde debe desempeñarse el gerente de los albores del siglo XXI es una realidad divergente, signada por una elevada complejidad devenida de la sociedad informacional y su concepción de la economía digital como parámetro de desarrollo social que ha traído consigo toda una revolución administrativa que pone en tela de juicio el sentido común gerencial y exige cambios en los modelos mentales preexistentes a fi n de adecuarse a una racionalidad con causalidad circular que busca la maximización de la productividad basada en el conocimiento, con valores alrededor del hombre y lo social y una visión más humanista del trabajador.
Cabe mencionar que se está en presencia de una definición de sujeto que considera su carácter pensante, comunicativo, participante, creador, transformador de la realidad y ético, cuya dignidad y calidad de vida debería ser el norte de la nueva empresa, logrando su evolución interna como un ser humano con conocimiento y sabiduría; aspectos que se fortalecen como fuentes de poder en un mundo donde la riqueza es tasada en términos de la aplicación del conocimiento al trabajo y la Administración se traduce en aplicación del conocimiento a los procesos, herramientas y productos, afín de ajustarlos a las nuevas realidades y generar nuevos conocimientos que propendan al logro de mayores niveles de productividad y rentabilidad de la organización.

VII. Perfil Motivacional del Directivo en las Organizaciones Venezolanas

A la luz de las nuevas realidades, se evidencia en el país y en las organizaciones la necesidad de manejar y aprovechar los recursos de manera eficiente y de estimular el espíritu emprendedor para lograr los objetivos con efectividad. Las organizaciones requieren de estrategias que les permitan participar competitivamente en el espacio global. Por tanto, se hace necesario contar con un personal motivado y capacitado, por cuanto es el recurso humano el encargado de establecer y llevar a cabo estrategias para alcanzar metas, haciendo un uso adecuado de los otros recursos. Cabe destacar que la conducta adoptada por el personal ejerce influencia significativa en el alcance de las metas y en la productividad.
Para Venezuela y otros países, en general, es de vital importancia que las organizaciones cuenten con la capacidad para analizar y evaluar las motivaciones de su personal. Según Granell (1997), en la búsqueda del éxito organizacional, el estudio de las motivaciones del personal y de otros elementos (como los valores y actitudes), es un paso necesario. En relación con las motivaciones, para McClelland (1974), las personas innovadoras que han contribuido con el éxito de su organización son personas con alta motivación de logro.
Es reflejado por algunos investigadores (Romero, 1999; D‘Anello, 1992; McClelland, 1974; Escalante, 1979; y Granell, 1997) que en el desarrollo de las organizaciones venezolanas desempeña un papel importante la intensidad con la cual se presenten las motivaciones sociales (logro, poder y afiliación), la internalidad y el autoritarismo en el personal. Ya McClelland (1974), ha hecho referencia a la manifestación simultánea de las motivaciones sociales, explicando su presencia en las personas con alguna intensidad. Este autor plantea que la motivación de logro es necesaria para el desarrollo de una organización, una comunidad o un país. Por tanto, el estudio del perfil motivacional es clave a la hora de pensar en el desarrollo de la organización.
Según Granell (1997), el estudio del perfil motivacional, entre otras variables, constituye una base para que cada organización, cultura o región se conozca mejor a sí misma y entienda y procese las diferencias con otras sociedades, con el fin de buscar un camino que le permita formar parte del mundo con dignidad y eficiencia.
McClelland (1974), y Granell (1997), señalan la necesidad de plantearse el tema del perfil motivacional en organizaciones venezolanas, por cuanto la motivación de logro ha resultado baja en dichas organizaciones. Al parecer, la falta de motivación de logro en Venezuela está relacionada con factores de tipo cultural, educativo y social. La motivación de logro se puede aprender, enseñar, fomentar y reforzar y quizás es una de las áreas de reflexión para mejorar el sistema educativo.
1.        Conocer y entender mejor a las organizaciones estudiadas en el campo motivacional, de la internalidad y del autoritarismo. Esto proporciona una base que ayuda a comprender, con mayor precisión, el comportamiento adoptado por las organizaciones, para recomendar estrategias tendentes a contribuir con el desarrollo organizacional.
2.        Facilitar a los empleados mejor conocimiento entre sí y considerar maneras para ser más productivos en su aporte a la organización.
3.        Generar conocimiento propio del campo de las ciencias de la conducta en una realidad organizacional específica.
La motivación, como fuerza que impulsa a las personas a hacer cosas, ha sido estudiada ampliamente en el campo organizacional. Las investigaciones sobre las motivaciones que activan la conducta humana son de sumo interés por su impacto en el desarrollo de las organizaciones. Salom y Pinto (1988), definen la motivación como una fuerza interna que dirige y orienta la conducta hacia metas específicas. Para ellas, las motivaciones son agrupadas en dos tipos:
1.        Fisiológicas, las cuales son innatas y con una base carencial, como por ejemplo el hambre, la sed y el sexo.
2.        Sociales, las cuales son aprendidas y susceptibles de modificaciones, tales como la necesidad de afecto y la necesidad de realización personal.
Los directivos. Para lograr el éxito, el personal directivo requiere, sin lugar a dudas, de una alta motivación de logro que lo impulse a definir metas realistas y retadoras, que sean significativas para él y para el grupo. Requiere de la orientación al logro, lo cual le proporciona una visión para establecer cursos de acción apropiados que puedan conducirlo al éxito y a los resultados con eficacia. El logro le permite al líder gerenciar de manera eficiente el recurso humano.
El directivo líder requiere de la motivación de logro para generar el desarrollo continuo de su personal y proporcionarles confianza para alcanzar las metas con excelencia. Sin embargo, la motivación de logro no es suficiente para ejercer funciones de dirección. Esta motivación no equipa suficientemente al personal directivo para interactuar con los demás. Aquí la motivación de poder es necesaria. Es esta motivación, expresada en poder socializado, la que proporciona. Habilidades al personal directivo para dirigir y guiar a los empleados, atender adecuadamente sus demandas y estimularlos a alcanzar las metas.

VIII. La Gerencia Venezolana. Una perspectiva desde las representaciones Sociales

La gerencia venezolana se encuentra permeada por los cambios políticos, económicos, sociales, culturales y tecnológicos que orientan en este momento la dinámica del Estado venezolano. Estos obedecen a nuevas realidades que emergen de la propia sociedad venezolana, donde se contraponen diversas perspectivas. Por consiguiente, la gerencia de las instituciones de carácter público y privado deben repensar las representaciones de las prácticas, métodos, estrategias y procesos que se desarrollan en el ámbito organizacional, cambios que transfiguran la cultura de la organización y su desempeño.
El reto de la gerencia venezolana en el siglo XXI, es aceptar las nuevas ideas que emergen desde una visión planetaria para su comprensión; solo el gerente que perciba la complejidad de los procesos organizativos alcanzara entender la concurrencia de la complementariedad y de las contradicciones que emergen en las organizaciones. Desde esta perspectiva, el estudio tiene como objetivo interpretar las representaciones sociales (RS) sobre la gerencia venezolana en organizaciones de naturaleza compleja, considerando su comprensión y acción a través de las prácticas administrativas, modelos organizacionales, emociones, expectativas y actitudes que conforman la praxis gerencial en el contexto latinoamericano.
La complejidad, según Maldonado (2001) es una nueva forma específica y nueva de racionalidad. Esta lógica de la complejidad, implica una nueva cosmovisión que se revela en forma conjunta y sin barrera a los criterios como orden, determinismo, estabilidad, causalidad, linealidad o previsibilidad. Asumir la complejidad requiere que la gerencia tenga la capacidad de concebir las nociones de organización, desorganización, auto organización y aceptar de manera complementaria la coexistencia de los elementos físicos, biológicos, culturales, sociales, psíquicos, intelectuales y espirituales, que son inherentes al ser humano.
  
IX. Reflexiones

El liderazgo que debe aplicar el nuevo gerente-líder venezolano

El nuevo gerente debe aplicar un liderazgo el cual desarrolle las mejores actuaciones para trascender a los esquemas paradigmáticos actuales, y desenvolverse como un líder participativo manteniendo una visión orientada al trabajo colaborativo para prestar soluciones al trabajo en el equipo (McFarland, 1997; De Loach, 1998).
La gerencia y el liderazgo venezolano deben adaptarse a los nuevos conocimientos que demandan los actuales escenarios, no puede quedarse anclada en el pasado aplicando viejas teorías, herramientas y modelos que atentan contra la supervivencia de las organizaciones. Actualmente, los escenarios son más dinámicos, sometidos constantemente a cambios, a innovaciones y turbulencias, en donde los gerentes-líderes son representaciones determinantes en la apertura por conquistar nuevos mercados (Kuczmarski, 1997; Consecho, 2000).
El gerente-líder venezolano no simplemente debe centrar su gestión en el poder y en la autoridad formal otorgada, sino que debe conservar y fomentar su capacidad de visión futurista e innovadora, con un accionar propio y autentico, que vaya más allá del cumplimiento de las metas y objetivos, con los conocimientos que requieren los nuevos paradigmas, además de ser, un buen estratega, emprendedor, creativo, un líder de cambio, seductor, persuasivo (McFarland et al, 1997).
De igual forma, debe ir a la vanguardia frente a los procesos de cambios tecnológicos, políticos, económicos y sociales, adquiriendo nuevas destrezas y conceptos. Cuando el gerente-líder emprenda cualquier actividad debe promoverse bajo normas que sean convincentes propiciando la creación de un comportamiento ético organizacional (Cortina, 1996). Aunque parezca contradictorio, al gerente-líder le deberían interesar los escenarios conflictivos y adversos, porque en él podría desarrollar habilidades desconocidas coordinando esfuerzos en su grupo. Al momento de tomar decisiones debe tener la capacidad de escuchar todas las sugerencias y opiniones antes de tomar cualquier disposición. Es decir, debe tener una amplia inclinación hacia un estilo de liderazgo participativo, el cual procure que los trabajadores intervengan en el establecimiento de las metas (Aguilar, 1998, Borghino, 1998; Cuadrado, 2000).
Dentro de ese mismo marco de ideas, se debe considerar al gerente-líder con una actitud transformadora, no circunscribiéndose en el establecimiento de un mero intercambio de recompensas con sus seguidores, sino que vaya en búsqueda de cambio de valores, actitudes y creencias en sus públicos. Sin embargo, por ética se debe tomar en cuenta los sentimientos de los miembros que conforman el grupo, con el objeto de favorecer las relaciones personales de una manera cordial y con una alta disponibilidad para escucharlos, asignándoles tareas concretas para que los su bordinados mantengan conductas acorde y definidas en la consecución de las metas propuestas (Cortina, 1996; López, 1998; Guillezeau, 1999).

X. Conclusiones

El papel del gerente-líder venezolano debe asumirse como un constructor de tareas para facilitar el desarrollo de las relaciones que mejoren los vínculos de fluidez en las organizaciones. Frente a una Venezuela emergente en la cual se agiganta la fuerza de un nuevo sector de pequeñas y medianas industrias se hace necesario el desempeño y la directriz de un gerente-líder.
Los gerentes-lideres deben tratar conscientemente de ampliar sus grupos al ofrecer a su personal amplias oportunidades de crecimiento y desarrollo; y este personal debe procurar brindar su lealtad, apoyo, disposición y cooperación, puesto que ellos son miembros del grupo y deben aceptar el papel gerente-líder como tal (McLagan, 2000). Pero estos, deben tener bien claro que la implementación de los cambios no es un proceso fácil y exento de obstáculos. Si llegasen los gerentes-lideres la implementación del cambio, deben preocupar transformar el acontecimiento en prácticas de uso continuo, si no lo logran, deben estar consiente que siempre existe el riesgo que ello puede ocurrir y una de sus funciones es prever, en lo posible, estos acontecimientos y evitar que sucedan.
En síntesis, el gerente-líder debe hacer referencias de un liderazgo carismático y visionario, transformando a sus seguidores e induciéndolos a cambios en sus objetivos, valores, necesidades, creencias y aspiraciones, pero siempre apelando a los conceptos de gerencia que estén a la vanguardia (Granell et al, 1997).

XI. Referencias


Aguilar, A. (1998). Líderes para el siglo XXI. Editorial Mc Graw Hill. Mèxico.
Baker, J., Hudgson, F. y Burnett, L. (1995). Paradigmas. El negocio de descubrir el futuro. Editorial Mc Graw Hill. Bogotá. Colombia.
Barboza, E. (1999). Estrategias para el cambio en las Empresas Venezolanas. Revista Dirección N° 3, p. 29
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Burgazzi, Christian (2003). Hay y asociados, consultores de dirección, s.a. (hay group) www.haygroup.com.ve. christian_burgazzi@ haygroup.com
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Chiavenato, I. (2000). Administración. Proceso Administrativo. Editorial Mc Graw Hill. Bogotà. Colombia.
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Cortina, A. (1996). Ética de la Empresa. Editorial Trotta, Madrid. España.
Cuadrado, G. (2000). Estilos de Liderazgo y su relación con el Generohttp://blues.uab.es/atenea/pages/articulos/Congreso/Maria%20Isabel. Htm.
David, F. (1989). Gerencia estratégica. Legis Editores. Serie empresarial. Bogotá, Colombia.
De Loach, S. (1998). Transformación organizacional: rol del gerente en la época posmoderna. En Línea continents. http://www.continents. Com/transformacion2.html
Denison, D. (1997). Cultura Corporativa y Productividad Organizacional. Fondo Editorial. Dillanes, E. y Medina, C. (2000). Liderazgo de Sincronicidad: piedra angular de una nueva gerencia. http://.azt.uam.mx/gestion/num7/art11.htm
Drucker, P. (1993). Las nuevas realidades. EDHASA. Barcelona, España.
Drucker, P. (b) (1997). La Sociedad Post-capitalista. Editorial Norma. Bogotá, Colombia.
Drucker, P. (c) (1997). Gerenciar para el futuro. Editorial Norma. Bogotá,



“La realidad es una mera ilusión, aunque una muy persistente.”

Albert Einstein

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